viernes, 10 de octubre de 2014

La multitarea daña nuestro cerebro

La idea de que podemos realizar varias tareas a la vez y que podemos estar atentos y enterarnos igual de bien de lo que hacemos, es falsa.
Hay muchos estudios que demuestran como la atención no puede dividirse de forma adecuada, y que lo que se hace simultaneamente, no se puede recordar igual. Y la ejecución de las tareas se resiente enormemente.

Tenemos un ejemplo clarísimo con el aumento del riesgo de accidentes de trafico, cuando se conduce hablando por teléfono, aunque sea con el sistema de manos libres. Se ha comprobado que el tiempo de reacción de frenado aumenta enormemente, simplemente por el hecho de estar hablando, aunque no se tenga el móvil en la mano.

En la mente se forman cuellos de botella, de tal manera, que ni la percepción de lo que atendemos puede darse simultaneamente de forma correcta, sino que se va alternando rápidamente de una cosa a la otra, y la respuesta psicológica y luego las acciones, se enlentecen.
En ciertos estudios, lo que se ha encontrado es que las personas que se creen más capaces de realizar varias actividades a la vez (hablar por teléfono, contestar o leer un email, repasar unas notas...) y que creen que están acostumbradas, sobrevaloran su capacidad y son  aún más incapaces, que los que casi nunca las realizan simultaneamente. Esto se debe a que el cerebro va sufriendo un daño, que persiste en el tiempo, y que hace a estas personas "multitarea" menos inteligentes, con menos memoria y menos atentas (aunque ya solo realicen una sola tarea).
Los jóvenes, tan acostumbrados a manejar varias pantallas a la vez (su ordenador, la televisión y el móvil o tablet) y a estar tuiteando, mientras ven un programa y buscan datos en Internet, están, sin darse cuenta, modificando su cerebro en una dirección inadecuada. (en un estudio de la Universidad de Sussex se ha comprobado que una zona del cortex cerebral de personas que son grandes multitarea, tiene menos densidad. Una región responsable de la empatía así como del control cognitivo y emocional)
Sean definitivos estos estudios o no, la cuestión es que la multitarea disminuye el rendimiento y la calidad del trabajo. Y perjudica la concentración, la organización y la atención.
Por lo que la recomendación es disminuir los momentos de multitarea a lo imprescindible, o si es posible nunca. Centrarse en una cosa al menos durante 20 minutos y luego cambiar a otra, pero no estar alternando incesantemente. Practicar ejercicios de atención plena, como centrarse en la respiración durante tres respiraciones, cada vez que nos acordemos. Y procurar descansar la mente de toda distracción o estímulo, periodicamente. Si es durante el día, puede ser durante unos minutos, pero también es importante dejarse tiempo para no hacer nada y estar en silencio o contemplando durante una tarde entera, o durante varios días.
Y es importante favorecer intercambios humanos, que no sean a través de medios técnicos, sino en presencia y dándose tiempo. Levantarse a hablar con un compañero de trabajo, en vez de mandarle un correo interno, o quedar con los amigos o con la pareja, para pasar un rato distendido juntos.
Nuestro cerebro lo agradecerá.

4 comentarios:

Ruth dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con la idea de que la multitarea nos vuelve menos inteligentes. Es mejor centrarnos en lo que estamos haciendo...

José Ignacio Díaz Carvajal dijo...

Muchas gracias Ruth. Estamos viviendo un cambio tremendo, a causa de la tecnología, que nos invade y nos trasforma los cerebros. Tenemos que reflexionar sobre todo ello, para poder elegir de verdad si el camino a seguir es éste o el de la conciencia plena, la simplicidad y los valores humanos.

Anónimo dijo...

Parece x el estudio de Sussex, que además de disminuir la eficacia, nos convertimos poco a poco en máquinas, no? Cris

José Ignacio Díaz Carvajal dijo...

Lo que viene a decir el estudio de Sussex (http://www.sussex.ac.uk/broadcast/read/26540)(aquí tienes el resumen) es que disminuye la estructura cerebral que se dedica a los procesos inteligentes...es decir, nos hace más tontos. Y en cierta manera, más máquinas, pero máquinas menos eficientes y más tontas.