sábado, 31 de mayo de 2008

Irse a vivir juntos

La decisión de convivir no debe tomarse nunca a la ligera, por mucho enamoramiento que se sienta, pues si no se piensa y prepara bien, puede dar al traste con las esperanzas de que esa pareja dure y fructifique con los años. A veces es mejor seguir viviendo cada uno en su casa y darse tiempo para conocerse y adaptarse.

Al enamorarse uno idealiza al otro a partir de unas cuantas cualidades. Pero se quita importancia a otros aspectos que son muy importantes para convivir.

Mientras no se convive la relación se realiza en una sucesión de encuentros que se procura que sean felices, especiales, pero la convivencia implica compartir casi todo el día libre, una mayor dependencia, rutinas. Surgen nuevas responsabilidades como limpiar, cocinar, hacer la compra, el cuidar del otro, o planificar juntos muchas tareas. Y ahí surgen muchas posibilidades de vivir conflictos.

Por eso es necesario evaluar que se gana y que se pierde con la decisión de vivir juntos.

El nidito de amor se puede convertir en una prisión que ahogue y que haga odiar a quien más queremos, pues podemos vivir sus rasgos de carácter y sus hábitos como muestras de desamor. Y no tienen por que ser tales sino que esa persona actúe como era antes de convivir y no esté capacitada para los cambios que se le piden.

Algunas personas han vivido mucho tiempo solas y compartir su espacio les resulta una invasión intolerable. O les cueste mucho cambiar de hábitos: desayunar solos, uso del baño, poner música a su gusto, visitas de amigos o familiares, la decoración de la casa, el uso del teléfono o de la luz. Quizás necesiten tiempo a solas, con sus ritmos y su orden-desorden.

No se puede ir a convivir pensando que el otro se va a adaptar a mí, sino que la adaptación tendrá que ser mutua, y siendo realistas, teniendo en cuenta las características de cada uno, y su historia anterior de convivencias. No es lo mismo el que fue hijo único, que nunca compartió ni su cuarto, o el que tiene mucho egocentrismo y tiende a dominar.

Para algunos es fácil compartir cosas porque no les dan apenas valor. Otros pueden ser supermaniáticos con el cuidado de los objetos, con que nada se manche, se deteriore, o se rompa.

Convivir no se basa solo en un acto de buena voluntad, o de amor, sino que tiene sus propias reglas. Por eso no debe hacerse a ciegas y valorar si ambos van a poder tener mucho respeto al otro (su estilo de vida, sus necesidades, sus gustos), saber lidiar con los conflictos de intereses, ser tolerantes y generosos, y sobre todo dar libertad.

diciembre 2003
publicado en Zero 59

lunes, 26 de mayo de 2008

Actuando para el cambio .11

Campaña del I.R.P.F. 2008
La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) ha puesto en marcha su campaña “Ni un céntimo para quien te discrimina, en la declaración de la renta marca otros fines sociales”. Esta campaña se viene realizando desde 1999 y se repite cada año coincidiendo con el inicio de la declaración del Impuesto de la Renta para las Personas Físicas (IRPF).

La finalidad de la campaña es articular una respuesta cívica de rechazo a los despropósitos constantes y reiterados de la jerarquía católica ante múltiples asuntos como la igualdad y la dignidad de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, la igualdad de las mujeres, la violencia de género, la investigación con células embrionarias, el derecho a una muerte digna, la interrupción voluntaria del embarazo, la prevención del VIH-SIDA y el uso de preservativos o la reproducción asistida, entre otros.

La campaña hace un llamamiento a toda la ciudadanía española para que no marque la casilla destinada a sufragar los gastos de funcionamiento de la Iglesia católica y marque exclusivamente el de “otros fines de interés social”.

Antonio Poveda, presidente de la FELGTB, ha apuntado que “con esta campaña queremos hacer ver a la jerarquía católica que su actitud retrógrada, machista y homófoba debe cambiar, que cada vez encontrará menos cómplices para todo el sufrimiento y discriminación que provoca”.

La casilla de la Iglesia en la declaración de la renta se marca año tras año con menor asiduidad lo que desde la FELGTB se interpreta como un termómetro social que resalta cómo crece la separación entre la sociedad y la jerarquía católica.

La campaña se promocionará con carteles y un vídeo <http://es.youtube.com/watch?v=YXhh_n8Tv_4> que ya está disponible en
Youtube. Asimismo, y para que el Presidente de la Conferencia Episcopal conozca la decisión adoptada, se han impreso postales con su dirección, así como modelos de carta para enviarse por correo electrónico. Las 50 entidades que forman parte de FELGTB, así como en asociaciones juveniles, de mujeres, sindicatos y organizaciones sociales, se harán eco de esta iniciativa. En la campaña también participa la Coordinadora Gai-Lesbiana de Catalunya, que la desarrollará en su ámbito territorial.

Para más información: www.felgtb.org


domingo, 18 de mayo de 2008

Actuando para el cambio .10

Vacunarse contra la Hepatitis A
La Hepatitis A es una inflamación del hígado, producida por un virus, que se contagia via fecal-oral. Esto significa que cuando las heces de una persona infectada se ponen en contacto con manos y éstas tocan la boca de otro, o alimentos que luego se ingieren, puede producirse la infección. O a través del contacto sexual.
Dicha infección suele ser leve, pero en algunos casos es grave, por lo que hay que prevenirla. Y de hecho se ha detectado un aumento entre los homosexuales, por lo que somos una población a la que se recomienda la vacunación.
La vacunación se administra en dos dosis separadas al menos en 6 meses.
Si se pasa la enfermedad o se vacuna uno eficazmente, queda inmune de por vida.

  • Acude a informarte a tu servicio de salud, o a centros de prevención de las enfermedades de transmisión sexual.
  • Vacúnate
  • Promueve entre tus conocidos y amigos dicha vacunación.
  • Infórmate de las enfermedades de transmision sexual. No sólo tenemos que evitar el VIH.
  • En todo caso usa siempre preservativos, y practica sexo seguro.
Algunos enlaces:
Área de salud de Defrente
Hoja informativa de la vacunación

sábado, 10 de mayo de 2008

Actuando para el cambio . 9 Salvemos vidas

Hoy se ha publicado en El País, en su suplemento de Salud, un extraordinario artículo titulado Antes muerto que gay. Escrito por Alba Payás Puigarnau, psicoterapeuta del Servicio de Apoyo al Duelo, de Girona. (serveidol@grn.es)
En él nos recuerda la trágica realidad en la que se desenvuelven muchos adolescentes homosexuales, a causa de la homofobia. El rechazo a su identidad homosexual les lleva a pensar en el suicidio o realizarlo, con una tasa que multiplica por 13 la de la población de su misma edad y condición social: "La mitad de los suicidios de adolescentes varones es atribuible a la discriminación por orientación sexual" . Nos describe la dura realidad de acoso escolar, de alejamiento y temor dentro de la propia familia, de soledad y depresión, que muchos adolescentes tienen que sufrir en silencio.
No podemos quedar impasibles ante esta realidad. La familia, la escuela, todas las instituciones que tienen trato con adolescentes, están obligadas a tomar cartas en el asunto. Es imprescindible que se luche contra el bullyng homofóbico en toda circunstancia. Que se eduque en la diversidad de orientación sexual y que no se de por hecho una supuesta heterosexualidad en cada niño o niña. Hay que conseguir empoderar a nuestros niños y adolescentes, para que no se vean derrotados por una sociedad homófoba.



En la tutoría LGTB han publicado el artículo: http://tutorglbt.blogspot.com/2008/05/antes-muerto-que-gay.html

martes, 6 de mayo de 2008

Aceptar ser amados

Muchos gays dicen que no encuentran la persona adecuada de la que enamorarse. O si se enamoran, que la relación no puede durar, porque el interés y la atracción sexual desaparecen enseguida. Y no es porque no se esfuercen en amar a la otra persona, pero no les satisface y lo dejan. ¿Qué puede ocurrir?

Voy a contar el caso de Pedro. Un chico atractivo, con muchas cualidades intelectuales y físicas. Que se desenvuelve bien en el ambiente y no le cuesta trabajo ligar o llevarse alguien a casa. Pero no consigue que sus relaciones duren más allá de un par de meses. Y no deja de intentarlo, pero fracasa siempre. Cree, en el fondo, que los gays no servimos para crear parejas. Y que mejor se dedica a su trabajo, a su casa, a sus amigos. Piensa seguir aprovechando las oportunidades de tener sexo, cada vez que aparezca, pero no piensa ilusionarse de nuevo.

Su infancia fue la de un niño poco atendido por su padre, siempre ocupado en el trabajo y que prefería a su hermano menor, que le parecía más masculino, o al menos que compartía con el padre sus aficiones: fútbol, salir de caza, cosas así. Pedro estaba más apegado a su madre, y con más interés por actividades artísticas, toca un instrumento musical, es más sensible, expresa más sus rabietas y llora con frecuencia. Comparte con la madre ciertas confidencias que esta le hace, debido a su distanciamiento del padre, con el que desde muy pronto dejó de llevarse bien.

Pedro se siente muy obligado a contentar a su madre, y siente que ésta le asfixia un poco con sus exigencias de amor, de dedicación, y que ella está más interesada en sus logros artísticos o escolares, que en lo que verdaderamente le pasa. De hecho, él jamás le dijo que era gay, a pesar de lo mal que lo pasó en el colegio, intentando ocultar lo que sabía desde los 12 años. Por agradarle a ella, intento salir con algunas chicas, así como para ganarse la complicidad de sus compañeros, con los que mantenía cierta distancia emocional.

Pedro siempre se sintió rechazado por su padre y nada comprendido por él, y su madre le resultaba asfixiante. No se sintió, nunca, verdaderamente merecedor de cariño, por quién era, sino exclusivamente por sus logros académicos y por sus cualidades artísticas; y solo por su madre. Esto le llevó a crearse una idea inconsciente de que no merecía la pena intentar una relación duradera de amor con otro hombre, pues antes o después vendría el rechazo o la asfixia. (Se repetiría el rechazo vivido por su padre, o la asfixia y el exceso de demandas por parte de la madre).

Para él se convirtió la vida en un lugar sin posibilidad de recibir un amor reconfortante y placentero, que no implicara demasiados riesgos: el de ser rechazado o abandonado, y el de ser muy exigido. Eso no le impedía intentar enamorarse o amar a otros, pero ¿cómo tener éxito, si en lo más profundo de sus convicciones no podía creer en ello? ¿Si su experiencia, a lo largo de su desarrollo, fue la de que el amor auténtico no es posible?

Para muchos gays que han sufrido una falta de amor y una dificultad para tener una buena auto-estima y desarrollar la capacidad de quererse a sí mismos, es muy difícil el crear relaciones duraderas amorosas con otros hombres. La propia idea de que la homosexualidad es algo rechazable por los demás, les hace también rechazarse ellos mismos, y no esperar vivirla a través de relaciones amorosas duraderas, sino en todo caso a través del sexo, en relaciones sin profundidad afectiva, y muchas veces ocasionales.

Esta falta de creer en el ser queribles por sí mismos, les puede hacer rechazar profundamente la idea de que nadie va a quererles nunca de verdad, y no pueden confiar en encontrar una relación en la que verdaderamente reciban amor, cuidado, dedicación. Lo pueden boicotear, inconscientemente, llegando a provocar el rechazo del otro, de muchas maneras: por su frialdad o su desapego. O siendo ellos mismos los que abandonen precipitadamente la relación en una búsqueda de otra persona más idónea, más perfecta, que les dé algo que, no saben expresar, pero que no es lo que tenían con esta pareja, de la que se han desenamorado enseguida.

El haberse sentido poco amados de pequeños, o poco comprendidos, o incluso rechazados, deja una serie de estragos en la personalidad, entre los que se encuentra esta incapacidad para amar, pero sobre todo para recibir el amor que aunque se les dé, no pueden, inconscientemente, aceptar.

Zero 106
marzo 2008