jueves, 24 de diciembre de 2009

Libro: Adolescentes ante la diversidad sexual. Homofobia en los centros educativos

José Ignacio Pichardo Galán (ed.)
Colección: INVESTIGACIÓN Y DEBATE
Los Libros de la Catarata





Como si la diversidad sexual apareciera de forma repentina en la edad adulta, el sistema educativo español sigue ignorando la existencia de los y las adolescentes lesbianas, gays, bisexuales y transexuales así como de aquellos que, simplemente, no sienten ni desean como la mayoría heterosexual. El silencio y la desatención de este tipo de diversidad refuerzan determinadas actitudes homófobas que, como se muestra en este estudio, provienen de un grupo minoritario pero rigen el día a día de los centros de primaria y secundaria.
En las páginas del libro, se describen los mecanismos que, todavía hoy, convierten las aulas en uno de los lugares más peligrosos para las personas bisexuales, transexuales, gays o lesbianas. Así mismo, se detallan las consecuencias que conlleva esta situación para el conjunto de los adolescentes. Finalmente, los miembros de la comunidad educativa encontrarán pautas y recomendaciones didácticas para afrontar la tarea de hacer que todos nuestros adolescentes, sea cual sea su orientación sexual o identidad de género, se sientan acogidos, reconocidos y respetados en el ámbito escolar.

En esta publicación han participado los siguientes autores: José Ignacio Pichardo Galán, Belén Molinuevo Puras, Pedro Octavio Rodríguez Medina, Marta Romero López, Jesús Generelo Lanaspa, Ana Belén Gómez Arias y Octavio Moreno Cabrera.


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sábado, 16 de mayo de 2009

17 de mayo. Día Internacional contra la Homofobia y Transfobia

El Congreso insta al Gobierno a promover el 17 de Mayo como Día contra la Homofobia y la Transfobia


La Federación celebra que esta reivindicación internacional esté más cerca y espera que venga acompañada de medidas contra la LGTBfobia



[06/05/2009] El 17 de mayo de 1990 la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de su listado de enfermedades mentales. Desde entonces se reivindica que el 17 de Mayo sea considerado Día Internacional contra la Homofobia y Transfobia. La FELGTB ha trabajado por conseguirlo y año tras año realiza actividades y campañas contra la LGTBfobia.

Hoy, la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados ha aprobado por unanimidad una proposición no de ley del grupo socialista que insta al Gobierno a promover el reconocimiento del 17 de Mayo como Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia.

El 17 de Mayo ya ha sido reconocido oficialmente por México, Costa Rica, Francia, Reino Unido, Bélgica, el Parlamento Europeo, Luxemburgo o Paises Bajos, entre otros, y la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales lleva trabajando años con los partidos políticos y las instituciones públicas para que España se sume a la lista.

Antonio Poveda, presidente de la FELGTB, considera “importantísima esta iniciativa no sólo por lo que significa a nivel nacional, que es seguir trabajando contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género, sino también a nivel internacional, porque el Gobierno debe tocar la puerta de Naciones Unidas para que el 17 de Mayo sea Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia”. Asimismo, Poveda añadió: “agradecemos el trabajo del grupo socialista para presentar la iniciativa y celebramos sobre todo el acuerdo de todos los partidos políticos, que esperamos que sean consecuentes en su compromiso contra la homofobia y la transfobia en su forma de hacer política”.

Desiré Chacón, Secretaria General de la Federación, ha destacado la necesidad de que esta iniciativa venga acompañada de medidas para combatir la LGTBfobia “y para eso es vital mirar hacia la educación, tal y como venimos repitiendo durante este Año de la Diversidad Afectivo-Sexual en la Educación”.

El próximo 17 de Mayo la FELGTB centrará sus reivindicaciones en la educación, ya que 2009 es el Año de la Diversidad Afectivo-Sexual en la Educación, así como en la erradicación de la transfobia, sumándose a la línea marcada por el comité internacional IDAHO, que solicita a la OMS, que deje de considerar la transexualidad como una enfermedad mental y atienda la demanda de las personas transexuales y promueva el acceso a la atención de salud y el apoyo psicológico adecuados.

viernes, 20 de febrero de 2009

Cuando la pareja se rompe

Toda relación de pareja, cuando llega a su fin, produce dolor, sensaciones de pérdida o abandono, cierto temor a la soledad. Llegado ese momento se debería intentar que la ruptura sea lo mejor posible, planteándola como una fase que “tenía que llegar”, pero que puede permitir a los dos integrantes de la pareja crecer, madurar, recuperar la libertad...y en el futuro, incluso, recuperarse como amigos, cuando las tensiones pasen y las emociones no sean tan fuertes.

La pareja debería tener en cuenta, casi desde sus inicios, que “lo más seguro es el adios” (parafraseando a Pedro Salinas) y que si tiene que suceder, es importante llegar a esa solución cooperando, dialogando. Nadie posee al otro; si se está juntos es por el mutuo deseo, por el mutuo amor.Si esto no se da, la disolución de ese vínculo puede ser necesaria.¿Por qué afrontarlo como una tragedia? Quizás sólo sea un paso más en la vida.
Es verdad que uno de los dos puede seguir “enamorado”, o crea que depende del otro para vivir y ser feliz. Pero si el otro no quiere seguir, a pesar de haberlo intentado, es mejor dejarle ir. ¡Qué dificil es dar esa libertad en la pareja! Cuando tendría que ser una idea que alimentara el amor de ambos, la idea de que la libertad y el crecimiento del otro son tan importantes como nuestra necesidad de amar y ser amados.
Es importante analizar el temor a quedarse solo, y la creencia de que sin la otra persona uno no es nada o no se va a poder vivir. Pues antes de esa relación existía la vida, uno podía tener iniciativas, actitudes, aficiones, que igual quedaron relegadas durante la relación con esa pareja.
Aunque nos lo parezca esa persona no es imprescindible. Muchas veces se puede argumentar que uno ha sacrificado su vida por el otro, o que ha perdido oportunidades por esa convivencia. En el caso de que fuera así, habría que poder hablar de compensaciones, incluso económicas (como se hace en los matrimonios cuando se divorcian o se separan).
Todo esto puede parecer muy racional y que rompe con la idea de una relación pasional amorosa. Pero es verdad que la pasión no debe impedir la razón y que el amor, que se instaura progresivamente en una pareja, no se basa solo en la ofuscación de un primer momento, que llamamos enamoramiento, sino en decisiones voluntarias relacionadas con la responsabilidad y el compromiso con el otro, que llevan a decidir vivir con el otro y a querer amar, cuidar y responsabilizarse del otro, como un compromiso voluntario. Este compromiso, que a veces se concreta en matrimonios y otras sólo en un pacto implícito de amor y de convivencia, es más racional que pasional.¿Por qué no hacer un acuerdo de disolución de la pareja, para proteger al más debil económicamente, o al que vaya a ceder derechos en beneficio del otro?
Por eso la disolución debería ser también más racional que pasional. Si no se busca el sentirse víctima, ni tampoco se quiere dramatizar en exceso.
Y entiendo que en casos de infidelidad, de maltrato físico o psicológico, es más difícil no caer en el victimismo. Pero aunque seamos verdaderas víctimas, la cuestión es no quedarse atrapados en ese lugar de forma indefinida y dolorosa, sino intentar quitar importancia, en la medida que curemos nuestras heridas. Y pasar página cuanto antes. Haciendo el duelo por la relación perdida y por todo lo que con esa pareja se deje atrás: personas, lugares, etc.
El perdón y las ganas de volver a disfrutar de la vida deben ser los motores que nos lleven a cerrar cuanto antes estas heridas. Y volver a confiar en los demás.
Habrá que aprender de la experiencia, para ver si se está repitiendo otra vez un tipo de relación que nos ha llevado de nuevo a un fracaso amoroso, y en ese caso habrá que analizarse, para ver porqué se “necesita” repetir estas experiencias, para ver como evitarlas.
Y para prevenir la soledad es muy importante no haberse aislado en esa relación, haber sabido conservar amigos, intereses personales, aficiones, que llegado el momento de la ruptura nos hagan de red de apoyos y de sostén para ese periodo de duelo que habremos de vivir.
Como consejo final, no obsesionarse con substituir enseguida a la persona perdida, pues se corre el riesgo de repetir la historia, o de no digerir la pérdida y no darse tiempo para confirmar la separación.

Libros:
La pareja rota, de Luis Rojas Marcos. Espasa.
Amar sin sufrir. María Jesús Álava Reyes. La esfera de los libros.
10 consejos básicos para el hombre gay. Joe Kort. Egales

Zero 115
escrito en Diciembre 2008

sábado, 7 de febrero de 2009

Lesbianas y sexo

“Lesbianas y sexo”, es una producción de Optomer TV para la británica Channel 4, realizada por Josh Halil, que analiza sin complejos ni tabúes, el mundo de la sexualidad lésbica.

Una investigación sobre los comportamientos sexuales de las mujeres Lesbianas que ofrece datos como que el 53 por ciento de las encuestadas practica el sexo oral; sin embargo, el 67 por ciento utiliza para sus relaciones diversos juegos y artilugios eróticos.

El documental incluye los testimonios de distintas Lesbianas, expuestas siempre con gran naturalidad. Asimismo, se recogen las opiniones de psicólogos, terapeutas de la comunicación, directoras de revistas “Lesbianas” y encargadas de “sex shops”. Especialmente reveladora es la secuencia donde se trata de identificar a una Lesbiana entre tres mujeres desconocidas entre si.(mi gaydar acertó dos de tres… y el tuyo???)

Documental emitido en "la noche temática" de TVE.

Podéis ver el primer vídeo de 5 y en los enlaces siguientes el resto del documental.En total son 58.5 minutos.



Lesbianas y sexo 2
Lesbianas y sexo 3
Lesbianas y sexo 4
Lesbianas y sexo 5

martes, 27 de enero de 2009

Estudio sobre la juventud LGTB

La FELGTB presentará el jueves un estudio sobre la juventud LGTB

Los resultados arrojan la necesidad de abordar la diversidad afectivo-sexual en la educación, principal objetivo de la FELGTB en 2009

El próximo jueves, 29 de enero, la FELGTB presentará un estudio que demuestra que más de la mitad de los jóvenes lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB) sufren violencia a causa de su orientación sexual o su identidad de género. Los resultados de la investigación “Jóvenes LGTB” exigen una actuación urgente contra la homofobia y la transfobia del Sistema Educativo. Dicha actuación es el principal objetivo para este año de la FELGTB, quien ha declarado el 2009 Año de la Diversidad Afectivo-Sexual en la Educación.

La Federación presentará asimismo el Año de la Diversidad Afectivo-Sexual en la Educación, una iniciativa que promoverá diversas actividades para concienciar tanto a la sociedad como a los poderes públicos de lo importante y lo urgente que es trabajar las diversas orientaciones sexuales y de identidad de género en la educación para que el contexto no recrimine a las y los jóvenes lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.
Cuándo: Jueves, 29 de enero de 2009. 11.00 horas
Quién: Antonio Poveda, presidente de la FELGTB, y Jesús Genérelo, coordinador del Área de Educación de la FELGTB y Marta Garchitorena, autora de la investigación.
Qué: Presentación de las conclusiones del estudio “Jóvenes LGTB” y del Año de la Diversidad Afectivo-Sexual en la Educación.
Dónde: Sede de COGAM. C/Puebla, 9. Madrid.

Para más información:

Nayra Marrero, prensa
913 604 605
nayra@felgt.org

lunes, 26 de enero de 2009

Mi nombre es Harvey Milk, una película para educar en los derechos humanos.




La Comisión de Educación de COGAM recomienda a educadores/as la película de Gus Van Sant recientemente estrenada para trabajar en las aulas la lucha por los derechos civiles y el respeto a la diversidad.


Mi nombre es Harvey Milk es una película del director estadounidense Gus Van Sant e interpretada por Sean Penn, James Franco, Josh Brolin y Diego Luna. En ella se cuenta la historia de Milk, un activista gay que vivió en los años 70 en San Francisco. Tras muchos años de lucha política, consiguió ser el primer político abiertamente gay en ser elegido para un puesto público en EEUU.

La película cuenta la situación de acoso y discriminación que vivían las personas LGTB en los años 70 y cómo la unión y la militancia activa los llevó a conseguir unos derechos básicos que les eran negados. Un ejemplo de la Historia que hay que enseñar y que ha de estar presente en los libros de texto al nivel de la lucha por la igualdad de las mujeres o por la igualdad racial.

Se trata de un documento de gran calidad cinematográfica y de altísimo valor pedagógico que puede ser de mucha utilidad para profesores de Historia, Educación para la Ciudadanía, Ética, Inglés, etc. y que les ayudará a cumplir el mandato de la LOE de atender a la diversidad afectivo-sexual. Especialmente en este 2009, Año de la Diversidad Afectivo-sexual en la Educación.

También se ha estrenado La clase (Entre les murs), una película del francés Laurent Cantet que obtuvo la Palma de Oro en el último Festival de Cannes. En ella se muestra el trabajo durante un curso en el interior de un instituto. También se trata de un film que incita al debate sobre la función de la educación no solo en conocimientos, sino también en valores. En un momento dado, la película plantea la necesidad de trabajar transversalmente la diversidad afectivo-sexual.

Dos grandes películas recomendables para todos los públicos e imprescindibles para las personas profesionales de la educación o interesadas por la misma.




(Texto de la comisión de educación de COGAM)

miércoles, 21 de enero de 2009

No ir de víctimas

A lo largo de cualquier relación, sea de amigos, familiar o de pareja, se producen conflictos, tensiones, situaciones injustas, olvidos de cosas importantes, desatenciones…Uno puede tomárselo de muchas maneras. Si la tendencia es a tomárselo en “plan de víctima” se va a sufrir, y se va a hacer sufrir, mucho. Veamos como evitar esos sufrimientos y los tipos de víctima que podemos vivir.

A veces podemos ser víctimas de algo que el otro nos hace o dice con maldad y con voluntad de herir; otras veces nos hace daño involuntariamente; en otros casos teníamos unas expectativas sobre su conducta que no se cumplió (teníamos deseos no expresados o necesidades que esperábamos que el otro adivinara). Sea el motivo que sea uno no tiene por qué quedarse en ese lugar de víctima en el que nos colocó el otro, (o nos colocamos nosotros), sino que puede, y debe, solucionar el dolor o el conflicto cuanto antes.
Para conseguir esto hace falta entrenarse y practicar una nueva actitud hacia nuestras emociones, para distanciarnos de lo que ocurre en ese momento.
Si me cabreo o me siento dolido, o me siento humillado o soy tratado injustamente…lo importante es tomar algo de distancia con uno mismo y poder darse cuenta de lo que está pasando con nuestras emociones, y también con las intenciones o emociones del otro. Muchas veces éste no nos ha hecho nada con deseo de dañar o con voluntad de provocar, sino que se ha limitado a actuar con su manera de ser. Y esa manera de ser puede ser egoísta, o descuidada, o poco empática. O tener un pronto de mal genio. Pero probablemente no sea nada nuevo, sino que sea conocido por nosotros, y en todo caso sea algo que viene en el lote con esa persona con la que hemos decidido relacionarnos.
Por tanto si mi pareja o mi amigo es de una manera, tengo que intentar conocerle, para pedirle que no me haga determinadas cosas que me duelen, y prevenir y limitar lo que sé que no puede cambiar. Y si soy yo el que no pide lo que necesita o desea, tengo que aprender a ser más claro y pedir activamente. Es decir, transformo mi posición de víctima (que es pasiva) en algo activo: le pido (lo que quiero que me haga y lo que no me haga), hablo con él o ella, intento encontrar soluciones, y en todo caso acepto concientemente que si no puede cambiar, no voy a darle demasiada importancia a su forma de ser, que me puede molestar o herir. Voy a aceptar la frustración de mis deseos o necesidades que no puede satisfacer. No voy a sentir que me quiere hacer daño voluntariamente, cuando no sea así, y voy a intentar compensar su conducta, sus carencias o su forma de tratarme.
Si es necesario le voy a poner límites, por ejemplo, alejándome si me daña, o mostrándoselo en el momento, como haríamos si alguien nos pisa sin querer.
Puede ser que creamos que por sentirnos mal podemos tener un poder: el de generar compasión o culpa en el otro…y ese no es el camino para que la cosa cambie.
Ir de víctima, puede ser la manera de llamar la atención del otro, que nos haga más caso, que nos quiera más. Pero al quejarnos y reprochar creamos en el otro una reacción contraria a la deseada; igual ni se lo esperaba, pues no creía habernos hecho nada, o le avergonzamos y culpamos de algo que considera injusto.
Maltrato
Puede ser que estemos atrapados de verdad en una dinámica de maltrato, por temor a perder el amor del otro o su presencia, y aceptemos el sufrimiento inconscientemente. Lo que no tiene sentido es quejarse del maltrato, verse una víctima impotente, y quedarse ahí, jugando un rol de sufrimiento. Es un modo de sentirse desvalorizado, no querido. Hay que identificar esa dinámica y ver si el otro nos quiere herir y nos aguantamos. Por eso es importante luchar contra esa situación y, si no podemos salir solos, debemos pedir ayuda, incluso de un profesional.

Algunas carácterísticas que favorecen la dinámica de maltrato
1.Sentir mucha dependencia del otro.
2.Tener miedo al abandono.
3.Sentirse desvalorizado por el otro y aguantar humillaciones.
4.Tener que ocultar la situación de insultos, amenazas o peleas, para evitar peores consecuencias.
5.Tener la vida muy controlada y no sentir libertad.
6.Sentirse una posesión del otro.
7.Depender económicamente o físicamente.
8.Sentirse culpable por cualquier cosa y justificar el mal comportamiento del otro.
9.Haber aguantado situaciones similares en la propia familia.
10.Creer que queriendo al otro y tolerando la injusticia, la cosa va a cambiar.

En algunos casos se llega a tolerar la agresión física y esa es una señal de alarma gravísima, pero en general es mucho más sutil y se acepta una sucesión de vejaciones, desprecios, rechazos, insultos, descalificaciones…que pueden ir a más.
No tenemos ni que ser víctimas de nadie por su mal carácter, ni tender a “ir de víctimas” como forma de comunicación con otros. Tenemos derecho a ser felices y a disfrutar de una vida sin violencia ni sufrimientos innecesarios. Así que manos a la obra.

escrito en septiembre 2007
publicado en Zero 101

jueves, 8 de enero de 2009

Vivir lentamente

Hace solo unos años que se popularizó el movimiento Slow, gracias, entre otras cosas, a la publicación del libro de Carl Honoré “Elogio de la lentitud”. En diferentes partes del mundo se iban agrupando gente para vivir y realizar todo tipo de actividades de forma más lenta y consciente. Desde comer al ejercicio físico. El urbanismo, las relaciones, el trabajo, el sexo, todo podía ser repensado de una manera “Slow” y hoy en día muchos grupos se preocupan de reflexionar, de organizarse y vivir, de esta manera.

Si ha surgido un movimiento Slow, es por la situación de desboque, de hiper-excitación en la que nos movemos . Estamos acelerados, y esa aceleración se la imprimimos a todo. Así ¿como podemos observar la realidad, conocerla a fondo y disfrutarla?¿Cómo podemos conectar con nuestro verdadero ser, con nuestros deseos o necesidades?

Pasamos de una actividad a otra, de una persona a otra, sin apenas interiorizar lo que vivimos, sin hacerlo nuestro. Al final acabamos hastiados, agresivos,estresados, consumidos en un frenesí que nos lleva a una situación de vacío existencial.
Esto se nota sobre todo en las relaciones. ¡Con que facilidad se consumen los encuentros! Predomina la cantidad frente a la calidad, sobre todo en el terreno sexual, en dónde lo que importa es unas nueva conquista , pero no conocer al otro, o profundizar técnicas amatorias, o llegar a querer...

Nos conformamos con relaciones planas: con nuestras parejas, con los hijos, con los amigos. Es suficiente ver esa imagen que nos dan o que damos, pero no llegar a meternos en el mundo propio del otro, conocer cuales son sus deseos verdaderos, sus preocupaciones, su ser. A veces no podemos decir nada sobre las personas que le importan a nuestra pareja o cuales le producen conflictos; o que piensa sobre temas importantes de su vida. No conocemos apenas su historia vital.

Cuando utilizamos expresiones como vivir una vida plena, disfrutar a tope, llenar la vida, saborear las cosas...estamos indicando que lo verdaderamente valioso en la vida, necesita tiempo para ser vivido. Que, por ejemplo, no se puede improvisar una amistad, sino que se construye a lo largo de muchos encuentros y durante mucho tiempo.

Cualquier conocimiento de las cosas necesita ser profundizado para que tenga un verdadero valor. Lo otro es sólo un barniz. Necesitamos decantar los conocimientos a lo largo de los años, no de los minutos. Sintiendo calma interior, concentración. Sin eso ¿cómo se puede crear? ¿Cómo decidir por nosotros mismos?
La meditación ayuda a centrarse, a aquietarse, a tener una visión más amplia de las cosas. También ayuda el yoga, o el Pilates, o el Tai Chi. Lo mismo que el caminar, observando todos los detalles de lo que rodea, y del propio andar. La cuestión es que el cuerpo se integre de una manera, en la que no se le fuerce, sino que participe de una unión con la mente, que ayude a sentirse en armonía, en equilibrio.
Son técnicas que ayudan a pacificarse, a serenarse. Ayudan a pensar de forma más creativa, reduciendo el estrés y activando la parte del cerebro que nos hace descubrir soluciones intuitivas. Para a ser más globales y no tan analíticos.Nos hacen tomarnos tiempo para apreciar la vida.

Otras actividades interesantes para enlentecerse son la lectura, o la jardinería, hacer punto, cocinar, charlar con la familia, pintura, música...El sexo tántrico con sus sesiones largas de juego amoroso, sin prisas, valorando más el camino, que el llegar.

Vivimos en una cultura de lo inmediato,del no saber esperar, de no aceptar ni tolerar ninguna frustración. Esta cultura es individualista, narcisista, no cuenta con el otro, sino solo con la satisfacción propia. Al final es insolidaria, y hace la vida menos vivible.

Necesitamos una nueva escala de valores, que nos lleve a tomarnos el tiempo para disfrutar y saborear del trabajo bien hecho, las relaciones, el ocio y la propia vida.

escrito en octubre 2008
publicado en Zero 113