Las parejas entran en crisis como parte normal de su evolución. Surgen fuertes tensiones, conflictos y uno se plantea si romper definitivamente o seguir intentándolo. Sobre todo si la historia se repite y la relación se ha ido deteriorando. Antes de llegar a la ruptura es importante agotar todas las soluciones posibles, empezando por un aumento del diálogo, o plantearse una separación provisional, o terapias y asesoramiento de pareja. Pero no tirar por la calle de en medio, impulsivamente, sin pensarlo bien.
Es importante valorar lo que se tiene, lo que se puede cambiar todavía, y no esperar ilusoriamente “todo” de ese futuro en libertad. Ni desechar lo que hay por que no nos lo da “todo”. Cualquier relación que vivamos será incompleta e imperfecta.
A veces, por la propia emoción del momento, y por falta de templanza, se toma una decisión definitiva de separación, con lo que implica de disolución del hogar común, mudanzas, cambios en bancos, documentos, etc. y lo que implica de estrés, de sufrimiento, de desgarro, para al cabo de cierto tiempo de separación volver a reencontrarse y decidir seguir juntos.
Suele darse esta ruptura en falso, en parejas que se querían bastante y en las que sin haber causa externa (como un tercero), se iban distanciando emocionalmente, por los problemas de comunicación y convivencia, por las dificultades de adaptar el carácter, por las diferentes necesidades de evolución personal, o por la creencia de uno de ellos, que necesita un cambio, de que ese cambio pasa por separarse, para así encontrar más libertad, o a otras personas que satisfagan ciertas asignaturas pendientes… Puede ser que se viva que el otro nos coarta…
Se decide volver porque se descubre que uno dependía mucho más de la otra persona de lo que creía. O que no es fácil encontrar a alguien con quien congeniar, o que nos dé “eso” que estamos echando de menos en nuestra pareja anterior. Y que aunque nuestra pareja tiene defectos, también tiene mucho que darnos y que anhelamos volver a recuperar.
Diciembre de 2005
(publicado en Zero 84)
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