Cuando se sufre una infidelidad, sin que esa posibilidad estuviera previamente pactada, es importante serenarse y no dramatizar en exceso, aunque nos haya dolido bastante.
Lo primero es (si no ha sido in fraganti) cerciorarse de que es verdad y que no es un mero indicio o sospecha. Pues en ese caso habría que esperar a comprobarlo, antes de acusar.
Siempre se puede hablar con la pareja de nuestra sospecha y de nuestro temor. Aunque nos lo niegue y simplemente nos acuse de celoso. Al menos esto sirve para dejar las cosas claras sobre el daño que nos haría una infidelidad.
Comprobado el hecho, lo siguiente es pensar en como nos sentimos y el daño que realmente nos hace. Sin dramatizar y sentirnos los más desgraciados del mundo. Mejor hablarlo con alguien con quien tengamos confianza de que nos va a escuchar y nos va a ayudar a reflexionar sobre la situación que vivimos.
Una infidelidad no es sinónimo de ruptura de pareja; es mejor no angustiarse en exceso, creyendo que va a haber una pérdida definitiva. Tampoco debe implicar un desvalorizarse por ello. Las necesidades, de nuestra pareja, de sexo o de otras relaciones no implican que no nos quiera, necesariamente, o que esté buscando un sustituto “porque ya no valemos”.La causa de esta infidelidad puede ser muy variada.
No le podemos dar todo y es posible que busque algo por fuera, pero que no tiene que ser comparable. Pues lo que tiene con nosotros es una relación completa, amorosa, incluso de convivencia. Y mientras no hable de separarse, es mejor afrontar la crisis, juntos, y buscar un reajuste, en el que la comunicación sea mejor.
Lo que sí puede poner de relieve esta situación es el grado de dependencia que tengamos, y de lo importante para nuestra autoestima que es la fidelidad de la pareja. Lo que yo valgo no debe depender de los devaneos de mi pareja, pues en todo caso es una necesidad suya. Que haya engañado, implica que no podía mostrarlo, que no supo o pudo explicarlo abiertamente o que es débil, no que quisiera hacernos daño.
Si comprobamos que juega con nosotros y nos engaña por que no nos quiere y sólo nos usa, en ese caso sí habrá que ir pensando en una posible separación.
Si tenemos pruebas de que nos quiere, entonces es mejor luchar por lo bueno de la pareja, para mejorarlo aún más.
mayo 2006
Zero 88
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